CÁPSULA ROTARIA – CR TOMÁS HERRERA

Nuestra Presidenta, Nivia Rossana, me ha pedido que les hable un poco sobre mi vida rotaría y la razón por la cual soy rotario. A diferencia de mi compañero rotario Juan Pablo Fábrega, quien tiene decenas de años en el club o de mi padrino, quien tiene, inclusive, ascendencia rotaría, mi vida rotaría es un poquito diferente e inicia verdaderamente en el Club Activo 20-30.  

 Cuando me inicié en el Club Activo 20-30 en 1996, una de las cosas que me dijeron es que era un semillero de los rotarios.  

Fui muy activo en el Club Activo 20-30. Éramos como ciento y tantos de miembros. Decían que era un club que se llamaba 20-30 porque, de los cientos y tantos, trabajaban 20 o 30. Yo era uno de esos 20 o 30. Estuve mucho tiempo allí. Salí cuando ya cumplí los 39 años. Luego de eso me desconecté un poquito de los clubes cívicos. Sin embargo, por la formación javeriana y el tema del servicio social, siempre en mi mente estuvo presente el trabajo en la comunidad, la entrega y la ayuda a las comunidades a través de nuestras capacidades. Y luego, mi padrino, Carlos Rabat, me invita al Club Rotario de Panamá.  

Ya aquí, en los primeros almuerzos a los que vine como invitado, una de las cosas que me llamó muchísimo la atención, es la prueba cuádruple que me parece que es más que un lema de un club cívico. Es una lección de vida. De hecho, en mis reuniones ejecutivas, la estoy empezando a usar con mi equipo gerencial porque, cuando leemos de dónde nace, verdaderamente surge en el mundo empresarial. Incluso, era algo que se les recomendaba a los primeros miembros del Club Rotario que practicaran con sus equipos de trabajo. 

Ahora, como rotario que soy, ya estoy activo en la avenida se servicio a la ocupación, por lo que estaré pidiéndole ayuda a mis compañeros rotarios profesionales para que colaboren dando charlas, iniciando con nuestros hermanos chiquitos, los Interact  y, luego, en otras áreas de la comunidad. 

Esa es mi cápsula rotaria. Gracias.