Un Faro de Esperanza para la Primera Infancia Guna en Vacamonte

Transformando Vidas desde la Primera Infancia: El Proyecto del CAIPI Doodogan Nega
En la comunidad Brisas del Chumical, en Vacamonte, se está gestando una historia de transformación en medio de condiciones de vulnerabilidad extrema. Allí, 25 niños y niñas gunas de 0 a 6 años asisten al Centro de Atención Integral a la Primera Infancia Comunitario “Doodogan Nega” (casa de los niños, en lengua guna), un espacio que se ha convertido en símbolo de esperanza y dignidad gracias a una alianza estratégica que busca cambiar realidades desde los primeros años de vida.
El proyecto es el resultado de una colaboración entre el Club Rotario de Panamá —bajo la presidencia del CR Roberto Alonso Jiménez—, la Universidad Especializada de las Américas (UDELAS), y la Fundación Sus Buenos Vecinos del Banco General. Esta intervención no solo plantea mejoras materiales, sino que representa un compromiso ético por ofrecer igualdad de oportunidades desde la primera infancia, reconociendo que ahí se forjan las bases del futuro.
Las evaluaciones realizadas el 21 de mayo de 2025, durante la conmemoración del Día de la Estimulación Temprana, marcaron un punto de partida para comprender las necesidades urgentes del centro. Un equipo multidisciplinario de UDELAS, liderado por la Decana Vielka Escobar y la Vicerrectora de Extensión Maritza Aguilar, detectó preocupantes deficiencias en el neurodesarrollo de los niños: dificultades motoras, problemas de coordinación, barreras idiomáticas y carencias en estimulación del lenguaje.
Estas brechas, como advierte la especialista Yetza Bósquez, pueden comprometer el rendimiento escolar y limitar la capacidad de adaptación e integración social en los primeros años de educación formal. Ante esta realidad, el Club Rotario decidió actuar con visión estructural, priorizando a los más vulnerables dentro de su agenda 2025–2026.
El presidente Jiménez, ha resaltado la educación como la vía más poderosa para romper el ciclo de la pobreza. Con una mirada que trasciende el asistencialismo, su enfoque promueve una intervención transformadora que atienda tanto las necesidades inmediatas como las causas estructurales de la exclusión.
Durante su visita del 28 de julio de 2025 al CAIPI miembros de nuestro Club pudieron constatar la magnitud de los desafíos: falta de agua potable continua, servicios sanitarios compartidos con la Junta Comunal, ausencia de espacios adecuados para estimulación motriz y materiales didácticos insuficientes.
Este diagnóstico confirma lo que muchos saben, pero pocos abordan con compromiso real: los niños indígenas en Panamá enfrentan obstáculos cuatro veces mayores que el promedio nacional para acceder a condiciones mínimas de desarrollo.
Por estas razones, el proyecto en el CAIPI Doodogan Nega no es simplemente una obra de infraestructura ni una campaña puntual de atención social. Es una apuesta profunda por la equidad, el respeto cultural y el futuro de una nación más justa. Al sembrar en la primera infancia, se construye un país donde todos los niños —sin importar su origen— puedan desarrollar su máximo potencial. En Vacamonte, se está gestando un modelo que merece ser replicado.