Siete Cuencas: Alianza por una bahía limpia

Durante la reunión semanal del Club Rotario de Panamá, realizada el 4 de septiembre, la invitada Laura González, representante de la Fundación Marea Verde, presentó la charla “Siete Cuencas, Alianza por una Bahía Limpia”. En su intervención explicó los orígenes, avances y retos de esta iniciativa que busca transformar la relación de los panameños con sus ríos y la bahía de Panamá. 

Una realidad alarmante 

“Todos en Panamá hemos visto cómo los aguaceros convierten los ríos en autopistas de basura”, advirtió González. Botellas, colchones, neveras y llantas llegan a la bahía en cada lluvia, mientras las limpiezas de playas parecen insuficientes, pues en pocas horas la basura vuelve a acumularse. 

Esa situación fue el motor que impulsó la creación de Marea Verde, una organización surgida de vecinos cansados de ver la bahía contaminada. Su misión: buscar soluciones locales a un problema global, la contaminación por desechos plásticos. 

De limpiezas manuales a innovación tecnológica 

En sus primeros años, Marea Verde se enfocó en limpiezas de manglares, logrando recolectar más de 350 mil kilos de basura. Sin embargo, el esfuerzo resultaba interminable: cada lluvia traía más desperdicios. 

En 2019 instalaron una primera barrera flotante en el río Matías Hernández, que en un año detuvo 100 mil kilos de desechos antes de llegar al mar. Esa experiencia, sumada al reconocimiento internacional que recibieron, los llevó a innovar con tecnologías más efectivas. 

En 2022 inauguraron “Wanda”, una rueda hidráulica instalada en el río Juan Díaz que, junto con una barrera flotante, intercepta miles de botellas y toneladas de basura anualmente. A partir de ahí nació su programa más ambicioso: Siete Cuencas. 

Los tres pilares de acción 

El modelo de Marea Verde descansa en tres pilares: educación, incidencia e innovación. 

  • Educación: La organización abrió la Casa de Wanda, primer centro en Panamá dedicado al problema del plástico. En alianza con el Biomuseo, ya ha recibido más de 9 mil visitantes. Su programa Wanda Educa trabaja directamente con maestros para multiplicar el mensaje en las escuelas. 
  • Incidencia: Colaboran con juntas comunales y comunidades para fortalecer la gestión de residuos. Un ejemplo es el proyecto de reciclaje en Parque Lefevre. 
  • Innovación: Las barreras flotantes son el rostro más visible. En ríos como Juan Díaz o Panamá Viejo ya han evitado que decenas de miles de botellas y más de 10 mil kilos de basura lleguen al mar. 

“Las barreras no son la solución completa, pero combinadas con educación y trabajo comunitario, generan resultados tangibles”, subrayó González. 

Siete cuencas, un objetivo común 

El proyecto busca intervenir de manera integral los siete ríos que desembocan en la bahía de Panamá, responsables de arrastrar cerca de 800 mil kilos de basura cada año. Con apoyo de la ONG internacional The Ocean Cleanup, Marea Verde combina experiencia local con tecnología de punta para diseñar soluciones de mayor alcance. 

Los resultados ya son visibles: solo en el río Abajo se han capturado más de 8 mil kilos de residuos. Además, los datos recopilados permiten identificar patrones —como la llegada de neveras y tanques de gasolina ciertos días de la semana— y proponer mejores estrategias de gestión con autoridades y comunidades. 

Un ecosistema de gran valor 

La bahía de Panamá es un sitio Ramsar de importancia internacional. Investigaciones recientes, realizadas junto con la Fundación Ancón, han identificado especies en peligro como crías de tiburón martillo y el mayor hábitat global de cangrejos violinistas. 

El área también es vital para la migración de aves: más de dos millones cruzan cada año. Para González, rescatar este ecosistema no solo protege la biodiversidad, sino que devuelve a la ciudad espacios de recreación que hoy permanecen degradados. 

“Nos hemos acostumbrado a darle la espalda al mar. Imaginemos que Costa del Este, en lugar de ser un paso obligado entre basura, se convirtiera en un mirador de aves”, señaló. 

Gobernanza y aliados 

Marea Verde ha construido una estructura sólida de gobernanza, con junta directiva, junta asesora del proyecto Siete Cuencas y un fideicomiso administrado por MMG Trust para garantizar transparencia. 

El proyecto ha sumado apoyos de multinacionales como Procter & Gamble, fundaciones, empresas locales y familias. Cada aliado encuentra una motivación distinta, desde la sostenibilidad hasta la calidad de vida de sus colaboradores, que no quieren trabajar junto a ríos llenos de basura. 

Una visión compartida 

La meta de Marea Verde es clara: lograr una bahía limpia y vibrante que pueda ser disfrutada por todos. Para González, se trata de un esfuerzo colectivo que trasciende a las autoridades y que debe involucrar a la ciudadanía y a las empresas. 

“Recoger basura en los ríos es casi un bien público. No podemos hacerlo solos. Queremos un proyecto grande, ambicioso y que nos haga sentir parte de una transformación real”, concluyó. 

 

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