Jóvenes Unidos por la Educación: una generación que decidió no quedarse callada

Por: Kevin Rodríguez 

Miembro de Jóvenes Unidos por la Educación  

En medio de una realidad educativa golpeada por la desigualdad, la desactualización y la desidia institucional, surge en Panamá un movimiento que ha sabido transformar la indignación, en acción y la juventud, en fuerza colectiva: Jóvenes Unidos por la Educación (JUxLaE). 

Fundado en 2015, JUxLaE nació como un espacio de convergencia para jóvenes de diversos sectores sociales, unidos por una causa común: hacer de la educación una prioridad nacional. Más que una organización, es un movimiento ciudadano incluyente que, desde sus inicios, ha apostado por la incidencia activa, el diálogo informado y la participación comprometida como herramientas para construir un país más justo y equitativo a través de un sistema educativo digno. 

Desde entonces, ha quedado claro que la juventud no solo está dispuesta a protestar, sino también a proponer, construir y liderar. 

A diferencia de muchas iniciativas, JUxLaE combina diagnóstico, propuesta, comunicación y acción colectiva como una fórmula integral de transformación. Su estrategia se estructura sobre cinco pilares fundamentales que se entrelazan para multiplicar el impacto: 

El primero es la incidencia ciudadana: el movimiento participa activamente en foros, mesas de trabajo, pronunciamientos públicos y debates nacionales, logrando insertarse con legitimidad en los espacios de toma de decisiones. No buscan ser figuras decorativas, sino interlocutores reales entre la juventud y el Estado. 

El segundo pilar es la investigación y la propuesta. En JUxLaE se entiende que no se puede transformar lo que no se conoce, por lo que se desarrollan estudios sobre temas críticos como la pérdida de días lectivos, el estado de la infraestructura escolar o la desigualdad educativa. Entre sus aportes más destacados figuran iniciativas como “24 para el 24” y “Un Sexenio Perdido”. 

El tercer pilar es la formación de líderes. JUxLaE facilita espacios en los que jóvenes de todo el país desarrollan capacidades en liderazgo cívico, pensamiento crítico y gestión de proyectos.  

La comunicación y visibilización conforman el cuarto pilar. Más allá del enfoque técnico, se han utilizado estratégicamente las redes sociales y los medios de comunicación para elevar el debate público, denunciar injusticias y visibilizar las profundas brechas estructurales del sistema educativo. Campañas de alto impacto han puesto sobre la mesa temas como la necesidad de garantizar el derecho a la educación sin interrupciones, aun frente a tensiones gremiales o coyunturas políticas. 

El quinto pilar son las alianzas estratégicas. JUxLaE ha construido puentes sólidos con organizaciones nacionales e internacionales, convencidos de que la colaboración intersectorial es clave para generar cambios sostenibles y sistémicos. 

Destaca el Laboratorio Latinoamericano de Acción Ciudadana (LLAC), uno de sus programas más emblemáticos. Desde 2019, en alianza estratégica con el Canal de Panamá, como respuesta creativa a los desafíos del contexto nacional, el LLAC se ha consolidado como una plataforma dinámica que permite a jóvenes de todo el país diseñar y ejecutar proyectos con impacto social tangible. Este espacio demuestra que, incluso en escenarios adversos, es posible transformar realidades desde la participación juvenil, la pertinencia comunitaria y la sostenibilidad. 

Todo esto se hace porque el futuro no se exige, se construye. Porque no puede haber democracia sólida sin educación digna. JUxLaE es mucho más que un colectivo juvenil: es una postura política sin partidismo, una bandera ética y un llamado urgente a colocar a la niñez y a la juventud en el centro de las decisiones nacionales. 

En una sociedad que a menudo subestima a su juventud, este movimiento desafía la narrativa dominante. Ha pasado de ser un actor emergente a convertirse en un referente nacional de incidencia cívica y educativa. En un país en el que la educación ha sido históricamente relegada, su apuesta es clara: ni un año más sin invertir en el presente de Panamá. 

Porque al final, no se trata solo de reformar leyes: se trata de cultivar ciudadanos comprometidos. Y, desde JUxLAE, se siembra, con propósito.