EL GANADOR DEL PREMIO ALUMNI GLOBAL SERVICE AWARD ENSEÑA ÉTICA A MENTES JÓVENES
Hace unos 30 años descubrí los programas de Rotary para ayudar a los jóvenes a alcanzar sus sueños, lo que me impactó profundamente. En ese momento, aspiraba a acceder a los mundialmente famosos Laboratorios Bell de AT&T en Murray Hill, Nueva Jersey, un centro de investigación innovadora donde numerosos premios Nobel habían dejado su huella. Mi mentor en Bell Labs me sugirió solicitar una Beca de Buena Voluntad de Rotary y, para mi sorpresa, lo conseguí.
El ambiente de trabajo en Bell Labs fue fantástico, pero también muy competitivo.
Hubo mucha voluntad entre colegas y superiores para entablar debates constructivos. Sin embargo, el final de mis prácticas se acercaba inexorablemente y necesitaba una idea ganadora para destacar.
Una noche, mientras estaba solo en el laboratorio, después de muchos intentos repetidos, vi la señal de los instrumentos de medición dispararse fuera de la escala.
Al principio, debido al cansancio, pensé que se trataba de otra interferencia. Pero luego me di cuenta de que (¡BINGO!) mi microláser de cascada cuántica de superred, que había diseñado y anhelado muchas veces, ¡finalmente estaba funcionando! Fue una alegría indescriptible y un hito en mi carrera profesional.
Recibir una Beca de Buena Voluntad de Rotary fue como si un jugador de fútbol fuera convocado a la selección nacional, lo que abrió un mundo de posibilidades para mí y mi familia. Al regresar a Italia, mi trayectoria académica se disparó y profundicé en la investigación y el trabajo. Diez años más tarde, me invitaron a unirme al Club Rotario de Bari (Distrito 2120) en Puglia y Basílicata, el mismo club y distrito que patrocinó mi beca.
La cálida acogida de mis compañeros rotarios y la rápida integración en las iniciativas del club confirmaron mi decisión de participar.
Servir como presidente del club en 2013-14 fue una experiencia única que me permitió aprovechar todas mis energías y colaborar con compañeros y amigos para iniciar proyectos impactantes de servicio y amistad. A lo largo de este viaje, me conecté con varias personas excepcionales dentro de Rotary y otras asociaciones de voluntarios, instituciones públicas e iniciativas independientes. En estos esfuerzos de colaboración inspirados por Rotary, siempre hubo un sentido palpable de unidad y propósito compartido.
Una de nuestras iniciativas importantes fue “Rotary Meets the Road”, cuyo objetivo es reducir el desperdicio de alimentos y ayudar a cientos de personas sin hogar en el área metropolitana de Bari. El inicio de este proyecto requirió extensas deliberaciones y consultas e involucró a múltiples partes interesadas. Inicialmente concebido como un contenedor equipado, el proyecto evolucionó.
Terminamos donando una caravana totalmente equipada a los voluntarios de las asociaciones locales.
Un aspecto notable de este esfuerzo fue el esfuerzo de colaboración que involucró a los cinco clubes rotarios del área de Bari, el Distrito 2120, el Municipio de Bari y la empresa de transporte público local. El éxito de este servicio subraya el poder de la sinergia y la acción colectiva para abordar problemas sociales urgentes y marcar una diferencia significativa en la comunidad. La colaboración con Rotary fomenta transformaciones positivas no sólo para nuestros vecinos, sino también para nosotros mismos.
Los cinco valores fundamentales de Rotary (integridad, diversidad, amistad, servicio y liderazgo) forman un marco interconectado.
En el contexto de Rotary, el llamado a la colaboración está inherentemente ligado a dar ejemplo personal. Si tuviera que señalar lo que más resuena en mí, sería sin duda la búsqueda del liderazgo. Los puestos de liderazgo implican guiar a personas con cualidades iguales o superiores a las nuestras. Aquí, el liderazgo no se trata de dar órdenes sino de generar colaboración para lograr objetivos comunes, particularmente aquellos orientados al servicio filantrópico.
Cultivar cualidades de liderazgo a través de un compromiso inquebrantable con Rotary presenta un desafío constante, pero los dividendos se extienden a todos los aspectos de nuestra vida personal y profesional. A lo largo de este viaje, liderar con el ejemplo personal emerge como el catalizador más potente para inspirar a otros y promover el bienestar colectivo.
Durante tres décadas, me he dedicado de todo corazón a la gratificante profesión de la investigación y la enseñanza de la física a nivel universitario. A lo largo de este viaje, he tenido el privilegio de guiar e inspirar a más de mil jóvenes en sus actividades educativas. A través de esta notable experiencia, he notado una profunda hambre de ética entre los jóvenes: un deseo de modelos profesionales y éticos que puedan encender sus talentos y guiarlos hacia la realización personal.
A pesar de las incertidumbres sobre el futuro, he observado un interés significativo entre los jóvenes en cuestiones éticas, como el desarrollo comunitario y la sostenibilidad ambiental en medio de los avances tecnológicos. Esto resalta su inclinación hacia valores y objetivos que abarcan una visión más amplia y consciente de sus roles sociales y ambientales.
Compartir y enseñar estas perspectivas éticas a mentes jóvenes ha sido un aspecto inmensamente gratificante de mi carrera.
Aspiro a continuar con este esfuerzo, aprovechando la plataforma de Rotary para enriquecer y empoderar a las generaciones futuras.