LO QUE LOGRAMOS NOSOTROS DESDE LA COALICIÓN FUE CONTAGIAR A UNA GENERACIÓN – JUAN DIEGO VÁSQUEZ

Mordaz, firme y franco. Tres palabras que podrían definir a Juan Diego Vásquez, abogado de 28 años de edad, y quien desde el pasado 30 de junio, dejó de ser diputado de la Asamblea Nacional, institución desde la que no solo impulsó leyes y fiscalizó el trabajo de decenas de funcionarios del Ejecutivo, sino que, junto a su compañero Gabriel Silva, revolucionó la política local con el movimiento independiente Vamos, agrupación que ahora tiene 20 diputados en el Legislativo y una importante representación en los gobiernos locales. Con su camisa de exdiputado y de mentor de la organización política protagonistas de las elecciones del pasado 5 de mayo, Vásquez habló de la fórmula para el éxito de Vamos, las lecciones aprendidas, el trabajo en la Asamblea y del país. Lo hizo el pasado jueves11 de julio en un conversatorio organizado por el Club Rotario de Panamá, moderado por la abogada y periodista Rita Vásquez, directora de La Prensa. Ese día, Nivia Rossana Castrellón, presidenta de los Rotarios, resaltó un aspecto importante: el salón estaba lleno, como pocas veces sucede. 

El exdiputado comenzó su intervención hablando sobre Vamos, los jóvenes y la participación política. Resaltó la palabra “contagiar”. “Lo que logramos nosotros desde la coalición, con Gabriel, fue contagiar a una generación, que, si bien está compuesta, y hablo específicamente de quienes ganaron la elección, de muchos jóvenes, no es solamente gente joven, sino de gente buena, que decidió salir de su empresa privada, de su familia, de sus oenegés, o, digámosle, con respeto, de su comodidad, para asumir un reto. Y eso es lo que hay que hacer”, narró. 

Puso el ejemplo de César Kiamco, el nuevo representante del corregimiento de Bella Vista, en la capital. Recordó el día en que, desde el Parque Urracá, presentaron al país la coalición. Este evento, dijo, realizado al aire libre en contraste con las típicas reuniones políticas en salones de hotel, tuvo un impacto significativo en la comunidad de Bella Vista. Kiamco pasaba por el área en su scooter y se detuvo a escuchar. Inspirado por el mensaje de la coalición, decidió postularse como candidato. Compitió, fue elegido candidato a representante, recogió firmas y, a pesar de las expectativas en contra, ganó la elección.  

Vásquez enfatizó que el éxito del grupo se debió a dos factores principales: tener algo positivo que contagiar y la decisión consciente de contagiar ese entusiasmo. Él y Silva, manifestó, creen “firmemente” en el poder del trabajo en equipo y en la necesidad de compartir el capital político.  

De hecho, sostiene que Vamos se basó en la premisa de que el país necesita más líderes comprometidos, y que ni él ni Silva eran suficientes por sí solos. “Hay que ser desprendido. Y hay que compartir, porque ese capital político que, digamos, era mío y de Gabriel, pudimos haber dicho, ‘no, no, me lo quedo’. Pero ¿para qué servía quedárnoslo? Había que compartirlo y miren el efecto positivo que tuvo (…)”, planteó. Vásquez reflexionó sobre la importancia de adaptarse a las circunstancias para responder a las demandas políticas de manera efectiva y representar activamente a la ciudadanía. “El mejor diputado es el que entiende al menos, en las circunstancias que yo viví, que tiene que estar listo para bailar al son que le toquen”, manifestó. Asimismo, enfatizó en la importancia de establecer una agenda política que represente a la ciudadanía. “Establecer la agenda de prioridades y luego decidir qué se debe hacer, pero poder adaptarse a cada discusión y representar el debate de la sociedad”, añadió.  

Dice que el diputado tiene que poder adaptarse a cada discusión y no perder de vista que su trabajo es representar todo el debate. 

“Esa es la principal tarea. ¿Y eso requiere qué? Una escucha muy activa y de poder saber en qué temas cree la gente, cosa que no se logra si no es conectando con la gente”, añade.  

En relación con el debate sobre el uso del subsidio poselectoral, adelantó que la bancada Vamos por estos días discute sobre cómo proceder, pero equilibrando las demandas populares con “la responsabilidad ética y legítima” en la administración de los fondos. 

Habló sobre la decisión que tomaron él y Silva de no buscar la reelección. Aquí destacó la importancia de la coherencia en la política y cómo esta característica jugó un papel crucial en el torneo pasado. Explicó que esta decisión se fundamentó, entre otras cosas, en priorizar el bien común sobre intereses personales, para dar espacio a nuevas figuras políticas competentes.  

Sobre la figura misma (reelección), planteó que el problema no radica en su habilitación, sino en el contexto en el que se permite. 

“El debate de la reelección o no, es hartamente complejo. Pero esos debates no se pueden tener aislados. No se pueden tener en una burbuja sin entender que el debate es en Panamá y era en Panamá de 2019 y en Panamá para el 2024, en el que los 13 diputados reelectos son probablemente de los que menos la gente quiere y, pese a que ganaron, lo que es una dicotomía. Los diputados que lograron reelegirse para esta elección son personas que, a mi criterio, no respetaron los topes electorales de financiamiento, sin hablar de las ventajas que tenían por ser parte de la maquinaria gubernamental en nombramientos, en obras públicas, en que la empresa que contrata es la de mi hermano y por eso es que lograron salvarse. Entonces el problema tampoco es la habilitación de la reelección sino la competencia, en qué contexto se permite (…)”, dijo. 

También mencionó la cultura caudillista arraigada en la política local y la importancia de fomentar un cambio hacia una política más inclusiva y participativa, que brinde oportunidades a personas capacitadas para ocupar roles públicos de liderazgo. Resaltó la urgencia de apoyar y motivar a individuos idóneos para ocupar cargos políticos, desmontando la creencia equivocada de que la salida de buenos líderes, como él y Silva, dejaría un vacío insustituible en la esfera pública.  

También abordó los retos de la bancada Vamos y su mirada de lo que ocurrió el 1 de julio, cuando el oficialista Realizando Metas (RM) se impuso en la elección de la junta directiva, y de esa manera Dana Castañeda con el apoyo de los partidos tradicionales, tomó el control de la Asamblea. 

“El primero de julio hubo dos conclusiones de dos grupos de personas distintos: unos decían logramos 20 diputados buenos, y aun así no logramos el objetivo de tomarse la Asamblea, de verdad hay que seguir luchando para el 2029; y otros que dijeron estos 20 no saben negociar no saben llegar a consensos. Ese debate es injusto, nadie sabe más que los que hemos estado sentados en esas sillas en esos momentos, qué es lo que se pide en ese consenso y por eso es que no es legítimo plantear que si uno no llega a acuerdo uno es intransigente, porque hay momentos en la vida en que hay que ser intransigente (…)”.  

En relación con la discusión que por estos días se da en la Asamblea para integrar las comisiones de trabajo “es exactamente igual”, manifestó. Aunque dijo que no está autorizado para hablar porque él no es quién toma las decisiones, contó que la jefa de bancada de Vamos (Janine Prado) le ha comunicado que están negociando con base a los números y el Reglamento Interno de la Asamblea. 

“Eso es algo que les puedo compartir, los números para sacar las comisiones es aritmético, no es que, si yo quiero o si ella quiere, es aritmético, hay bancadas que no quieren respetar la aritmética (…)”, explicó.  

En el caso de la elección de la directiva de la Asamblea, votación en la que Dana Castañeda del oficialista Realizando Metas, se impuso ante Walkiria Chandler, de Vamos, dijo que a veces, el ciudadano cuestiona a Walkiria por no conseguir los votos, pero no a los no 14 de CD y el Partido Panameñista que decidieron votar por una opción “radicalmente distinta a ella”. 

Noticia disponible en La Prensa.

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