RUTAS COLONIALES DE PANAMÁ: UN VIAJE A TRAVÉS DEL TIEMPO

Luis Alfonso Puleio, destacado historiador y explorador panameño, ha dedicado gran parte de su vida a estudiar las rutas coloniales de Panamá. En una reciente exposición ante el Club Rotario de Panamá, Puleio ofreció una visión integral sobre estas rutas históricas, destacando no solo su relevancia en la época de la conquista sino también su impacto en el desarrollo de Panamá. Acompañado por Luis González, experto en cultura material, la presentación exploró la importancia de preservar estos caminos históricos para entender mejor nuestro patrimonio. 

“Verdaderamente he quedado anonadado de la amabilidad y de la cortesía de todos ustedes”, expresó Puleio, subrayando su gratitud por la oportunidad de presentar su investigación ante el Club Rotario de Panamá.  

Puleio comenzó su exposición enfatizando la importancia de las rutas coloniales en la historia de Panamá. Destacó que las rutas coloniales van mucho más allá del Camino de Cruces o del Camino Real, representando una parte fundamental del patrimonio panameño. “Las rutas coloniales son parte inherente del quehacer de nosotros, como panameños”, afirmó. Según Puleio, conocer y preservar estas rutas es crucial para evitar la repetición de errores históricos y para fortalecer la identidad cultural de Panamá. 

Uno de los temas centrales de la exposición fue el Camino de Cruces, una de las rutas más importantes de la época colonial. Puleio explicó su relevancia histórica al señalar que Vasco Núñez de Balboa, desde que avistó el Pacífico ubicado en el Cerro Pechito Parado, Europa se dio cuenta del potencial estratégico del Istmo de Panamá. “Desde el momento en que Vasco Núñez de Balboa pudo vislumbrar el Gran Mar del Sur, Europa se percata de que existe un cruce entre dos mares,” dijo Puleio. 

El Camino de Cruces fue crucial para conectar el Océano Atlántico con el pPacífico, facilitando el comercio y la conquista. Puleio relató cómo se construyó este camino: “Con la ayuda de los indígenas, lograron hacer una trocha hacia Nombre de Dios y, de allí, a Panamá”.  Esta ruta permitió el transporte de mercancías y metales preciosos desde el Pacífico hasta el Atlántico, y viceversa, desempeñando un papel esencial en el comercio colonial. 

A medida que las condiciones y necesidades cambiaban, las rutas coloniales también evolucionaron. “Con el paso del tiempo, el Camino de Cruces y el Camino Real se complementaron para cimentar el poderío y avance de la conquista de España,” explicó. 

El Camino Real, inaugurado en 1519, fue una ruta secreta utilizada principalmente para el transporte de metales preciosos. A medida que las amenazas de piratas y cimarrones crecían, surgieron nuevas rutas como el Camino del Virrey del Perú en 1569, diseñado para mejorar la comunicación entre el Camino Real y el Camino de Cruces. Puleio destacó que “esta ruta se construyó debido a las quejas sobre el abandono del Camino Real y la amenaza de piratas.” 

Luis González, colaborador de Puleio y experto en cultura material, brindó una perspectiva adicional sobre los hallazgos arqueológicos en estas rutas. González expresó su agradecimiento por la oportunidad de colaborar con Puleio, afirmando: “La vida es extraña. Me presentó la oportunidad de encontrarme con el Sr. Puleio, quien cambió mi mentalidad.” 

González se especializa en la investigación de artefactos históricos encontrados en los caminos coloniales. Destacó la importancia de estos hallazgos para comprender mejor la vida en la época colonial. “El período colonial es muy amplio,” dijo González, y subrayó que cada pieza, desde cerámica hasta fragmentos de herramientas, ofrece una ventana al pasado. Su trabajo incluye la investigación de objetos como una punta de lanza paleoindia y fragmentos de cerámica colonial, que ayudan a situar cronológicamente los eventos históricos. 

CR Jesús Díaz: ¿A qué se debe al nombre de Camino de Cruces y cuál es su origen? 

Luis Puleio: “El nombre surge porque todos los caminos construidos de un mar a otro mar eran caminos de cruce. Los españoles, al explorar el río Chagres, clavaron tres cruces para marcar el límite de navegación de las barcas. Así nació el nombre, con múltiples connotaciones”. Puleio explicó que el término “Camino de Cruces” no solo se refiere a las cruces físicas colocadas por los españoles, sino también a la estructura constructiva romana que los españoles imitaron para construir sus rutas. 

CR Melisa de Castillo:  ¿Qué está haciendo el Ministerio de Cultura para proteger estas áreas investigadas? 

Luis Puleio: “Lamentablemente, no puedo dictaminar el estado actual de protección”. Explicó que ha intentado sensibilizar a las autoridades sobre la importancia de preservar estas rutas históricas. “Espero que el patrimonio histórico sea registrado y preservado adecuadamente para el beneficio de futuras generaciones,” agregó. Puleio destacó la necesidad de un esfuerzo coordinado para proteger y valorizar estas rutas como parte esencial de la historia de Panamá. 

La exposición de Puleio y González resalta la importancia de preservar las rutas coloniales para el entendimiento y la apreciación de nuestra historia. “Las rutas coloniales de Panamá van mucho más allá del Camino de Cruces o el Camino Real,” reiteró Puleio. Estas rutas no solo representan la historia de la conquista, sino también el desarrollo posterior de Panamá como nación. 

Puleio y González han hecho un llamado a las autoridades y a la sociedad para que colaboren en la preservación de estos valiosos patrimonios. “Es crucial que se registre y se incorpore a la historia el legado de estos caminos,” dijo Puleio. Por su parte, González enfatizó la necesidad de compartir y valorar el conocimiento histórico para asegurar que futuras generaciones puedan aprender sobre su pasado. 

En la exposición de Luis Alfonso Puleio sobre las rutas coloniales de Panamá, se señalaron varias rutas clave que jugaron un papel crucial en la época de la conquista y el desarrollo de la región.  

Las rutas coloniales de Panamá son más que simples caminos; son testimonios vivos de la historia que moldeó la nación. La colaboración entre historiadores, arqueólogos y expertos en cultura material, como Luis Alfonso Puleio y Luis González, es vital para asegurar que estos caminos sean preservados y apreciados en su verdadero contexto histórico para mantener viva la memoria de la historia de Panamá y para enseñar a las futuras generaciones sobre este legado. La cooperación entre la sociedad, las autoridades y los expertos es esencial para asegurar que este patrimonio continúe siendo un orgullo para todos los panameños.

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