LA AMISTAD COMO HERRAMIENTA PARA TRANSFORMAR AL MUNDO
Soy una fiel creyente en el poder transformador de la amistad cuando se pone al servicio de los demás. En un mundo cada vez más individualista, la amistad genuina y comprometida se erige como una fuerza poderosa capaz de cambiar no solo nuestras vidas personales, sino también a nuestras comunidades y, en última instancia, al mundo.
La amistad, en su esencia más pura, se basa en la confianza, en el apoyo mutuo y en el intenso deseo de desear para nuestros amigos, lo mejor. Cuando estas cualidades se extienden más allá de nuestros círculos cercanos y se aplican a la sociedad en general, surgen oportunidades infinitas para el cambio positivo. Al servir juntos en proyectos comunitarios, los amigos no sólo fortalecemos nuestros lazos interpersonales, sino que también contribuimos al bienestar de quienes más nos necesitan.
En el Club Rotario de Panamá, hemos sido testigos y protagonistas de cómo la amistad y el servicio se entrelazan de manera hermosa. No en vano el movimiento rotario nace de un proyecto compartido entre amigos. Nuestros proyectos humanitarios, desde la provisión de agua potable x hasta el apoyo a la educación y a la salud, han sido posibles gracias al esfuerzo conjunto de amigos comprometidos con un propósito común.
Una de las metas de nuestra presidencia es profundizar en nuestra amistad como ocasión de servir. Aspiro a que compartamos muchas cenas de compañerismo y actividades recreativas.
El servicio en comunidad también nos enseña humildad y empatía. Al enfrentar juntos los desafíos, aprendemos a ser más compasivos y a reconocer que, aunque nuestras circunstancias individuales pueden variar, todos compartimos la misma humanidad.
Aspiro a dejar, al finalizar mi mandato como C presidenta, un legado de consideración y aprecio. Aspiro a que nos valoremos más como seres humanos, a que seamos más amigos cada vez y a que estemos más comprometidos con nuestro servicio a la comunidad.
Invito a todos a que reflexionemos sobre cómo podemos poner nuestra amistad al servicio de los demás. Al hacerlo, no sólo enriqueceremos nuestras vidas personales, sino que también contribuiremos a la construcción de una sociedad más justa y solidaria.